lunes, 26 de diciembre de 2011

Celine Dion - Ave Maria

Una voz espectacular y una canción a la altura de esa voz. Una obra maestra de Schubert y una voz a la altura de ese gran maestro.
En estas fechas, aunque son más propios los villancicos, esta canción es como un descanso para el alma y la mente.
Es un canto a la Virgen María, y con la voz de Celine Dion parece que un coro de ángeles se lo está dedicando. Hay muchas épocas para pensar en la Virgen, pero sin duda alguna, esta es una de las mejores. María acaba de ser madre, uno de los mejores regalos que puede tener cualquier mujer.

Aprovechemos este momento musical que invita a la reflexión más profunda para pensar en María y en todas las madres del mundo. 


Ave María 
Ave María, gratia plena 
Maria, gratia plena 
Maria, gratia plena 
Ave, ave dominus 
Dominus tecum



Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
Y entrando, le dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: "No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin."
María respondió al ángel: "¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?" El ángel le respondió: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios."
Dijo María: "He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra." Y el ángel dejándola se fue.

Lc 1, 26-38